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¿Sabías que...?

La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, cumplió a finales de 2024 20 años.

Esta ley tan imprescindible, supuso un antes y un después para la protección de mujeres víctimas de violencia de género (en la pareja o expareja) y perseguir a los agresores, siendo también una herramienta de medidas de prevención de esta manifestación de violencia. Hasta entonces la violencia de género era una cuestión privada (dentro del hogar) por lo que esta invisibilización en el ámbito público suponía que el sistema judicial no contase con una respuesta y recursos claros para su protección y esta ley supuso:

  • Jugados especializados para la mejora de resolución de casos de esta forma de violencia.
  • Asistencia integral a mujeres y menores en situación de violencia: atención psicológica, asesoramiento jurídico, apoyo psicosocial, promoción de autonomía e inserción sociolaboral, sistema de protección VIOGEN…
  • Planes de actuación y protocolos.
  • Sensibilización y educación para prevención de la violencia machista.
  • Visibilización de la problemática que supone que mujeres víctimas denuncien esta situación.

Sin embargo, 20 años después, las deficiencias tras los cambios sociales y políticos acontecidos es evidente y es por ello que desde el Gobierno se inste a su revisión respecto a:

  • Nuevas formas de violencia: la ley habla de violencia de género como aquella que se produce en una relación de pareja o situación análoga y, por lo tanto, excluye otras formas de violencia que también son violencias por razón de género como: las agresiones sexuales, las violencias de género digitales, la violencia vicaria, acoso machista, violencia homofóbica…
  • Tener en cuenta la interseccionalidad de la violencia machista por esa doble o triple discriminación como por ejemplo mujeres con discapacidad, mujeres de otra raza o etnia, mujeres de distinta orientación social a la heteronormativa, mujeres del ámbito rural, mujeres mayores…
  • Ineficiencia en el acceso a recursos o coordinación de servicios públicos mejorando coordinación entre centros de salud, servicios sociales y servicios de seguridad, formación específica para agentes implicados, mejorar las medidas de protección, mayor compromiso de las instituciones públicas…
  • Sensibilización y concienciación, reforzando la prevención desde la educación. Sin una educación feminista basada en la igualdad de todas las personas, por muchas leyes que se impongan nunca se podrá erradicar la violencia machista. Si sigue existiendo ese negacionismo hacia esta forma de violencia y la permanencia social de roles y estereotipos de género nunca existirá igualdad real.

Por lo tanto, el Gobierno de España tiene que realizar un gran trabajo para mejorar esta ley que queda obsoleta en muchos de sus ámbitos debido a como ya hemos dicho, los cambios sociales y políticos acontecidos para que la protección a víctimas de violencia machista (no sólo teniendo en cuenta aquella acontecida en una situación de pareja o análoga) sea real y que promueva un cambio en la sociedad, primordial para el avance hacia la igualdad.

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