Hemos ignorado históricamente la menstruación
María Zuil y Antonio Villarreal, nos cuentan en su libro, La mitad que sangra, cómo y por qué hemos ignorado históricamente la menstruación.
Y es que, seguimos sin llegar a resolver cuestiones tan básicas como por qué algunas mujeres sufren terribles dolores y otras apenas se enteran o por qué la primera regla llega a veces con ocho años y en otras con 16, por ejemplo.
La menstruación, y las distintas maneras que tenemos para no nombrarla “la roja”, “estoy en esos días”, “mi prima”, “estoy indispuesta”, etc. O cómo las mujeres pedimos con secretismo tampones o compresas (como si estuviéramos traficando con droga) demuestran el tabú que rodea a un fenómeno de lo más cotidiano. La mitad de la población tiene la regla una vez al mes.
Y, ¿Por qué no se investiga sobre la menstruación? La autora y autor del libro antes mencionado se encuentran como respuesta con que “por molesta o dolorosa que sea, la regla no es mortal y que la financiación debería invertirse en aquellas áreas de vida o muerte, como el cáncer”. Sin embargo, yo me pregunto ¿no se podría conocer más sobre el cáncer de útero, por ejemplo, conociendo más los efectos de la menstruación? Además, también cuentan que “la calvicie masculina tampoco amenaza la vida de sus pacientes y la financiación destinada a esta área de la medicina multiplica no solo la que se destina a investigar sobre menstruación, sino también la que se dedica a paliar la malaria”. ¿Cuestión de sexo? ¿Cuestión de la invisibilización histórica de la mujer en la ciencia?
Este tabú generalizado y la falta de investigación tiene como consecuencia mitos y prejuicios que no pueden ser erradicados porque no hay estudios sobre ello. Y, por supuesto, ver “normal” ciertos síntomas que pueden ser causantes de enfermedades, como el dolor menstrual, que ha supuesto en muchas ocasiones endometriosis.
Es importante que la mujer forme parte del ámbito científico para poder darle valor también a los “asuntos de mujeres” y que existan estudios sobre temas que afectan a la mitad de la población.